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El tema de la pérdida de peso es uno de los más buscados entre nuestras lectoras. Todo el tiempo nos preguntan vía mail y redes sociales qué opciones hay para lograr llegar a su peso ideal de forma saludable y sin que pasen hambre. Dentro del compromiso con su salud, en Esmas Mujer nunca recomendamos dietas, más bien nuestra recomendación siempre va dirigida a que acudan con un especialista para que les elabore un plan personalizado, ya que cada organismo reacciona diferente y lo mejor es estar bajo supervisión médica.

Recientemente una de nuestras lectoras nos preguntó sobre los bariatras y la diferencia que existe entre estos y los nutriólogos. Para responderle correctamente, y de paso despejar nuestras dudas entre estas dosespecialidades, decidimos acudir con el Doctor David Montalvo, Presidente de Colegio Mexicano de Bariatría, y esto fue lo que nos dijo:

Las diferencias

De acuerdo con el Dr. Montalvo, hay tres diferencias claves entre un bariatra y un nutriólogo:

1. Grado académico. Los bariatras son médicos con especialidad en Bariatría. Esto quiere decir que tuvieron que estudiar primero seis años de Medicina, y después hacer un posgrado de dos años en Bariatría. Es decir, en total son ocho años. Por el otro lado, los nutriólogos para ejercer como tal tuvieron que cursar una carrera de cuatro años para graduarse como Licenciados en Nutrición.

2. Aplicación. La segunda diferencia que menciona el Dr. Montalvo es la aplicación que se les da a ambas especialidades. «En México la práctica de la medicina está muy reglamentada. Una persona que sea sorprendida dando consulta sin cédula profesional está incurriendo en un delito grave y puede incluso ir a la cárcel. Existe una norma oficial que especifica que el manejo del sobrepeso y obesidad lo debe tratar un médico, ya que la obesidad es considerada una enfermedad», asegura.

Lo que especifica el especialista en bariatría es que los nutriólogos sí están facultados para elaborar planes alimenticios, siempre y cuando estén bajo la supervisión de un médico porque legalmente así está especificado.

3. La práctica. La tercera observación que nos hace el Dr. va dirigida al plan de acción que seguiría una persona que posee algún grado de obesidad: «Si yo me atiendo con un Licenciado en Nutrición y sospecha que yo tengo una clase de obesidad, no puede hacer nada porque no podría solicitar estudios de gabinete; aunque los solicitara, no sabría interpretarlos; aunque los interpretara, no sabría qué hacer; aunque supiera qué hacer, no podría firmar una receta porque sólo un médico con cédula puede recetar algo», asegura y agrega que desde que un paciente llega a consulta, se empieza a examinar:

«Si noto alguna anomalía, por ejemplo que tiene el cuello con manchas negras o los nudillos de los dedos, entonces me doy cuenta que su cuerpo me está gritando que muy probablemente tiene resistencia a la insulina, por lo que el plan alimenticio no será suficiente sino que habrá que atender todas las demás consecuencias que dejó la obesidad», puntualiza.

Con esto, el Doctor asegura que no es su intención hacer menos o desacreditar a los nutriólogos, debido a que él considera que su trabajo es valioso, sin embargo es una especialidad que no debe de atenderse individualmente, sino que habría que tomarla como un trabajo en equipo con un médico.

¿Cuál es el éxito de una dieta?

Definitivamente la pregunta del millón: ¿qué es lo que determina si una persona tendrá éxito o fracasará en sutratamiento para bajar de peso? También se lo preguntamos al especialista:

«La primera y más importante es que el paciente toque la puerta correcta, ¿cómo saber que lo es? Porque la persona que te atiende te escucha y hace un plan personalizado, basándose en tu estilo de vida. De parte del paciente lo fundamental para bajar de peso es que quiera realmente hacerlo y se comprometa a hacer sacrificios. La segunda es encontrar el plan adecuado a seguir; y la tercera es entender que esto es una guerra eterna y que la única forma de ganarla es cambiar tu estilo de vida», finaliza.