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Diversos tipos de reumas

La palabra «reuma» es de uso popular (incluso les dicen «riumas«) y designa a las enfermedades reumáticas. Éstas se manifiestan generalmente como inflamaciones dolorosas en las partes musculares y fibrosas del organismo como cartílagos o huesos, es decir, los tejidos que conforman el aparato locomotor que sostiene y da forma al cuerpo, protege cerebro, corazón, pulmones y médula espinal, además de hacer posibles movimientos y desplazamientos.

Cada tipo de «reuma» tiene un origen distinto y demanda tratamiento específico, por lo que es necesario acudir a un médico para que realice un diagnóstico certero, sin recurrir a consejos, remedios caseros o terapias de conocidos que no alivian el problema.

Las enfermedades reumatológicas son la principal causa de discapacidad física en el mundo occidental, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, son fuente de dolores severos de larga duración, sobre todo en mayores de 70 años (ocurre en 52% de los casos), mientras que se presentan escasamente entre los jóvenes (2%).

Existe gran número de dolencias que provocan problemas de movilidad en personas mayores e, incluso, jóvenes. Algunas de las enfermedades reumáticas más frecuentes son:

  • Osteoporosis: disminución de densidad mineral de los huesos que aumenta el riesgo de fracturas. Es la enfermedad ósea más común, su causa más importante es genética, también puede deberse deficiencias o problemas de absorción de calcio y vitamina D. Puede provocar que una persona llegue a incapacitarse a raíz de los huesos debilitados.
  • Artrosis: desgaste y deformidad del cartílago que ocasiona dolor y pérdida de movimiento normal. Cuando el cartílago de una articulación se daña, se produce dolor, rigidez y dificultad en su funcionamiento. Normalmente este problema ocurre en la columna cervical en la zona baja, así como en articulaciones de hombros, dedos, rodillas y cadera.
  • Artritis: agrupa a una serie de padecimientos que se caracterizan por la inflamación de las articulaciones, la más común es la artritis reumatoide. Puede ser consecuencia de enfermedades autoinmunes, fracturas óseas, desgaste o deterioro de las articulaciones e infecciones. Generalmente las causas no pueden ser curadas, por lo que el tratamiento busca reducir el dolor, mejorar la función y prevenir un daño mayor.
  • Lumbago: dolor en la zona lumbar (en la espalda media) debido a alteraciones en las estructuras de la columna vertebral. Suele presentarse con sensación de hormigueo o ardor y debilidad en pies (reumas en los pies) o piernas. Y puede deberse a sobrecarga, lesiones y problemas médicos como hernia de disco.
  • Ciática: trastorno nervioso que genera dolor en piernas y parte baja de espalda, y dolores de espalda (dorsalgia) y cuello (dolor en las cervicales). Es un síntoma de otro problema de salud que ocurre cuando hay presión o daño al nervio ciático que controla alguno de los músculos de las piernas.

El reumatólogo, especialista en afecciones de huesos y articulaciones, es quien establece el diagnóstico y oportuno tratamiento para reumas, así como de las complicaciones que pueden presentarse, entre ellas lesiones en órganos internos (corazón, riñón o pulmones).

Lo que tienes que saber sobre las reumas

A menudo las personas se preguntan «¿qué son las reumas?» y las malinterpretadas como una parte inevitable del envejecimiento que no tiene un tratamiento efectivo, por ello deben ser aclarados diversos mitos sobre las reumas:

  • No todas las enfermedades reumáticas son incurables. Ciertos tipos se alivian por completo con tratamiento adecuado. Otras, como la osteoporosis, se pueden evitar. Un tercer grupo no tiene cura; pero con distintos tratamientos es posible combatir las molestias y mejorar la calidad de vida del paciente.
  • El frío y humedad no las originan. Aunque es común escuchar que existen reumas por el frío, el clima sólo ocasiona que empeoren las molestias, como ocurre con la artritis.
  • No sólo afectan a los adultos mayores. Pueden aparecer a cualquier edad, incluso, en la infancia. Males como artritis reumatoide o espondilitis anquilosante (inflamación y osificación de las articulaciones de la columna vertebral) suelen presentarse de los 20 a los 40 años. En cambio, padecimientos más frecuentes como artrosis u osteoporosis son más comunes en mayores de 60 años.
  • Muchas tienen un componente genético o hereditario. Dolencias como espondilitis anquilosante o gota (almacenamiento de ácido úrico en articulaciones) se presentan con frecuencia en determinadas familias. No obstante, se requieren más investigaciones al respecto.

Síntomas de las enfermedades reumáticas

Generalmente, el dolor en esqueleto y musculatura es uno de los principales síntomas de reumas o enfermedades reumáticas. En ocasiones esta molestia es sustituida por una sensación de pinchazos, pesadez o cansancio. Otras veces es acompañada de rigidez por la mañana y alteraciones del sueño. En general, el reumatismo genera un estado de debilidad general y dolor constante.

En cuanto a las enfermedades en articulaciones, estas limitan los movimientos y resienten con facilidad el peso corporal, como sucede con las reumas en las piernas, tobillos y rodillas enfermos. Mientras que las reumas en las manos son notorias por la falta de movilidad. También es común que las coyunturas se hinchen y enrojezcan; en ocasiones puede percibirse aumento de temperatura en las zonas afectadas al grado de ser calientes al tacto.

Cualquier persona que note inflamación en articulaciones o que tenga dolor de huesos o músculos que no logran alivio con analgésicos y tiempo debe consultar a un especialista. El reumatólogo llevará a cabo un diagnóstico mediante un análisis al tacto y posteriormente determinará las lesiones con ayuda de radiografías.

El tratamiento para reumas a menudo consiste en reducir el dolor e inflamación, a fin de lograr un mejor funcionamiento de las articulaciones. No existe cura para la mayoría de las enfermedades reumáticas, por lo que el paciente deberá seguir un plan terapéutico que incluya medicamentos como inyecciones directas en la articulación (infiltraciones) y recursos como terapias de rehabilitación que ejercitan al aparato locomotor.

Las «reumas» pueden paliarse siempre que el tratamiento se inicie con rapidez, de modo que un diagnóstico precoz es vital. Acude a tu médico cuando presentes dolor de huesos, músculos u articulaciones que tengan una duración considerable y gran intensidad al grado de dificultar el sueño o tus actividades diarias. ¡Cuida tu movilidad!