Con cerca de 100 a 150 consultas por día, tanto en niños como en adultos, 100 procedimientos por día, 20 cateterismos, entre urgencias y pacientes electivos y de 2 a 4 cirugías por día, el Instituto del Corazón de Bucaramanga se posiciona como una de las empresas privadas prestadoras de salud con más reconocimiento y trayectoria de Santander.
El Instituto del Corazón de Bucaramanga es una entidad privada fundada por un reconocido grupo de médicos cardiólogos, que vio la necesidad de crear una institución especializada en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares en pacientes adultos y pediátricos, brindando una nueva alternativa de salud a la región con un servicio personalizado, oportuno e integral durante las 24 horas del día.
Con equipos de tecnología avanzada y la experiencia de su equipo médico, considerado impulsor de la cardiología moderna en Santander, el Instituto del Corazón de Bucaramanga inició actividades asistenciales el 5 de agosto de 2003 en el segundo piso de la Clínica Bucaramanga, y en la actualidad mantiene una alianza estratégica con las clínicas Materno Infantil San Luis, Foscal y Chicamocha.
Paralelo a estos puntos de atención, el Instituto del Corazón de Bucaramanga amplió su cobertura, haciendo presencia ahora en la ciudad de Bogotá, donde inauguró su propia sede el 9 de septiembre de 2009.
Y para este año 2015, proyectando su institucionalidad a nivel internacional, el Instituto del Corazón de Bucaramanga abrirá las puertas de una nueva sede, ubicada en el cuarto piso de la Clínica Foscal Internacional, con amplias y modernas instalaciones, dotadas además con equipos de última tecnología, con lo que la entidad continuará manteniendo ‘Un compromiso de vida’ con cada uno de nuestros pacientes.
“Nuestra institución cuenta con 360 personas, entre médicos, paramédicos y personal administrativo., todos comprometidos para servir a nuestros pacientes de una forma eficaz y oportuna, con un trato humano que marca la diferencia de cada uno de nuestros servicios” aseguró el doctor Héctor Hernández.
‘Un corazón que late’ internacionalmente
Dentro de la proyección internacional del Instituto del Corazón de Bucaramanga se encuentra el establecer convenios e intercambios académicos que permitan la adquisición de nuevos conocimientos en el ámbito cardiovascular y en investigación, los cuales serán aplicados en los procedimientos realizados por la entidad. “En estos últimos dos años hemos recibido la visita de tres de los más importantes cardiólogos a nivel mundial, como lo son el Dr. Julio César Palmaz (Argentina), el Dr. Shigeru Saito (Japón) y el Dr. Salim Yusuf (India), quienes se han llevado una gran imagen de la institución, catalogándola como de alto nivel en medicina cardiovascular, lo cual nos motiva y nos compromete a seguir trabajando por la salud de los santandereanos”, concluyó el doctor Héctor Hernández.
‘Congelando’ las arritmias (Crioablación de Venas Pulmonares)
Una de las arritmias cardíacas más frecuentes es la fibrilación auricular paroxística, la cual se presenta en personas de diferentes edades y cuyos efectos pueden aumentar la falla cardíaca y los eventos cerebrovasculares en quienes la padecen. Incluso, existen personas cuya afección cardíaca no es manejable desde el punto de vista farmacológico, por lo que se recurre a nuevas técnicas invasivas, siendo la crioablación de venas pulmonares una novedosa alternativa, la cual ha demostrado resultados muy positivos para la salud del paciente.
“Se introduce un catéter denominado ‘criobalón’, a nivel de la aurícula izquierda y en la desembocadura de las venas pulmonares donde se origina la arritmia, produciendo una quemadura en frío, ‘congelando’ los focos de fibrilación auricular con temperaturas que oscilan entre los -50° y -55° centígrados. Las tasas de éxito en este procedimiento superan el 80% o 85% por encima del 60% ó 70% de técnicas anteriores. Según los recientes estudios, hay pacientes, que después de un año de seguimiento se han encontrado libres de fibrilación auricular paroxística entre un 80% y 85%”, señaló el ICB.
De la misma manera, el servicio de Electrofisiología viene realizando otros tipos de procedimientos invasivos como lo son el Aislamiento de Venas Pulmonares por Minitoracotomía, en conjunto con Cirugía Cardiovascular, aplicado en pacientes que están en ritmo de fibrilación auricular, utilizando dispositivos a través de pequeñas incisiones en el tórax; al igual que procedimientos de terapia de denervación renal en pacientes con tormentas arrítmicas ventriculares originadas por las cardiopatías dilatadas chagásicas isquémicas o idiopáticas, logrando que su carga arrítmica disminuya de forma significativa, siendo el ICB la única institución en el país que realiza esta técnica en la actualidad.
TAVI: una técnica novedosa para pacientes con Estenosis Valvular Aórtica
Con el objetivo de brindar nuevas alternativas terapéuticas que promuevan una mejor calidad de vida en pacientes cardiovasculares, el servicio de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista del Instituto del Corazón de Bucaramanga (ICB) está implementando en sus procedimientos la técnica de Implante Percutáneo de Prótesis Valvular Aórtica Transcateter, Tavi, aplicada a personas inoperables o con alto riesgo quirúrgico.
“La técnica Tavi tiene como objetivo corregir la estenosis valvular aórtica, caracterizada por producir una estrechez en la válvula que comunica el ventrículo izquierdo con la aorta, lo que impide la salida de la sangre desde el corazón al resto del organismo. Para ello, se introduce un catéter desde la arteria femoral hasta el ventrículo izquierdo del corazón, liberando la obstrucción de la válvula aórtica, siempre bajo supervisión ecocardiográfica y angiográfica”, comentó el doctor Héctor Julio Hernández Gallo, jefe de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista del ICB.
Este procedimiento multidisciplinario cuenta además con el apoyo médico especializado de los servicios de Ecocardiografía, Cirugía Vascular y Anestesia y Cirugía Cardiovascular y es realizado en pacientes de edad avanzada que hayan registrado esclerosis y calcificación de la válvula aórtica, lo que hace que esta se vaya cerrando de forma progresiva, produciendo síntomas como fuerte dolor torácico, fatiga o disnea, desmayos o síncopes y muerte.
“Para saber si el paciente es candidato o no para realizarle un procedimiento mediante la técnica Tavi, se realiza una evaluación integral clínica por parte del equipo médico multidisciplinario, en términos de morbilidad o mortalidad operatoria, pues hay personas que registran un alto riesgo para ser intervenidos quirúrgicamente; además, existen pacientes para los que el riesgo supera el beneficio del procedimiento por padecer enfermedades coexistentes, lo que limita la intervención. Para ello, contamos con un grupo de amplia experiencia en el manejo de técnicas percutáneas intervencionistas, en cirugía tradicional y mínimamente invasiva, siendo la unión de muchos esfuerzos, lo que sin duda garantizará el éxito en cada uno de estos procedimientos”, destacó el profesional Hernández Gallo.
Cirugía Mínimamente Invasiva
Disminuir el impacto que genera en la salud del paciente que es sometido a una cirugía convencional de corazón, logrando una recuperación más rápida y que la persona vuelva a su vida normal en poco tiempo son solo algunas de las ventajas de la Cirugía Mínimamente Invasiva, la cual viene siendo implementada por el servicio de Anestesia y Cirugía Cardiovascular del Instituto del Corazón de Bucaramanga.
“En esta técnica abordamos al paciente mediante unas pequeñas incisiones, no superiores a siete centímetros, realizadas ya sea en esternón y/o en tórax, las cuales nos permiten llegar hasta el corazón, para reemplazar y/o plastiar (arreglar) las válvulas cardiacas, según sea el caso. Esto brinda a la persona un menor sangrado, menores transfusiones, infecciones, etc, además permite también que la caja torácica, que protege el pulmón, no se vea afectada, mejorando la ventilación”, explicó el doctor Jairo Salas Mejía, cirujano cardiovascular del ICB.
Este procedimiento se ofrece a pacientes portadores de patología valvular, mitral, aórtica y tricúspide, que afecta el funcionamiento del corazón.
“La evolución clínica es muy positiva, lo cual se refleja en una recuperación más rápida, comparada con la cirugía tradicional. Otros beneficios a destacar son una disminución de dolor y sangrado, así como un menor riesgo de infección, entre otros. De igual manera, la estadía en Cuidados Intensivos y hospitalización se reduce considerablemente, al igual que el tiempo de recuperación”, recalcó el cirujano Salas Mejía.
Intervencionismo pediátrico a nivel latinoamericano
El servicio de hemodinamia e intervencionismo cardiovascular pediátrico del Instituto del Corazón de Bucaramanga está realizando procedimientos que están a la vanguardia en el mundo. “Estamos desarrollando la implementación de prótesis valvulares a nivel de la arteria pulmonar en pacientes pos operados, generalmente con patologías como la tetralología de Fallot o atresias valvulares pulmonares, con el fin de evitar la reintervención quirúrgica en estos niños; sin embargo, cada caso tiene sus indicaciones y debe cumplir ciertos requisitos del protocolo para poder realizar este tipo de intervención. Esta técnica es novedosa en Latinoamérica y los beneficios son evitar una nueva cirugía y una estancia hospitalaria del pequeño más corta. De igual manera, realizamos procedimientos como el cierre de comunicación interauricular, cierre de ductus arterioso con los diferentes dispositivos existentes e intervencionismo en patologías de coartación de aorta con stent, la dilatación de las estenosis de ramas pulmonares con stent, ya sean primarias o secundarias, dependiendo del paciente, atrioseptostomías con catéter balón y valvulotomías aórticas o pulmonares”, explicó el doctor Óscar Manuel Fernández Gómez, jefe de Cardiología Pediátrica.
Servicios que presta la entidad:
1 . Cardiología clínica (adultos y niños).
2 . Exámenes diagnósticos no invasivos.
3 . Hemodinamia y cardiología intervencionista (adultos y niños).
4 . Electrofisiología.
5 . Vascular periférico y flebología.
6 . Anestesia y cirugía cardiovascular