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El médico ortopedista se ocupa del sistema musculoesquelético, es decir, músculos y tendones, huesos y articulaciones de todo el cuerpo humano, con la única excepción de la cabeza.

El ortopedista es un medico general que ha recibido una preparación de 3 o 4 años en un hospital de alta especialidad en ortopedia y traumatología. Y es que la traumatología, lo que son, contusiones, fracturas, luxaciones, la inflamación o deterioro de los huesos o articulaciones, ocasionados por un traumatismo, ocupa gran cantidad de nuestro quehacer, dicho de otra manera, la especialidad es ortopedia y traumatología.

Pero estos cambios también se presentan por el deterioro propio de el envejecimiento general del organismo que se inicia entre los 25 y 30 años de edad. Cuando estos cambios inician son solo a nivel microscópico y pueden pasar años para que empiecen a dar molestias y ser aparentes.

En el recién nacido nos ocupa la luxación congénita de cadera y el pie equino varo, este último es una deformidad del pie atribuible entre otras cosas a la postura dentro del vientre materno y que se maneja inicialmente con aparato de yeso, pero puede llegar a requerir cirugía correctora. Además de las hormonas de la madre que se incrementan en el embarazo y el parto, también la postura influye en la luxación congénita de cadera, que ahora recibe el nombre de enfermedad luxante de la cadera, ya que los factores existen pero con frecuencia se luxa la cadera cuando el niño empieza a caminar, y en otros casos es cuando se hace aparente. Así mismo las llamadas fracturas obstétricas, entre las que predominan clavícula, fémur y humero, que se presentan en niños que al nacer son más voluminosos y se dificulta su paso por el canal del parto. Que afortunadamente con inmovilización simple curan en un periodo de 10 a 15 días en promedio. Cuando hay fracturas múltiples al nacimiento pensamos en una enfermedad llamada osteogenesis imperfecta o en maltrato de la madre durante el embarazo. Más raro es la seudoartrosis congénita de la tibia y otros procesos que no vale la pena mencionar. Cada vez menos frecuente, porque las cesáreas se han incrementado, la parálisis obstétrica que es la lesión de los nervios que van a dar movimiento a los brazos, sufren estiramientos que los lesionan durante el parto y generalmente con fisiatría salen adelante, aunque no hay que olvidar que puede dejar secuelas graves definitivas y es necesario distinguir este problema de una fractura de clavícula, en la que también hay disminución importante de la movilidad del brazo del mismo lado y produce la una seudoparálisis, pero la falta de movimiento es por dolor y no lesión de los nervios del brazo que el recién nacido no mueve.

Durante la infancia existen además de un sinnúmero de fracturas en cualquier hueso del organismo en los que predominan las extremidades superiores y que en su mayoría su tratamiento será reacomodar el hueso fracturado casi siempre con anestesia general y luego un aparato de yeso para conservar la posición de los fragmentos óseos y eliminar el dolor mientras la fractura consolida. En algunos casos es necesario, además, la colocación de clavillos para mantener los huesos en su lugar, y donde más importante resulta es cuando la fractura afecta o modifica una articulación.

Tenemos otros procesos que son poco frecuentes en comparación con los traumáticos, como la sinovitis transitoria, que es la inflamación de una articulación, generalmente la cadera o la rodilla, por una reacción a distancia a infecciones en las vías respiratorias, aparato digestivo o genitourinario y también de manera secundaria se pueden infectar las articulaciones. Esta sinovitis se resuelve en manera espontanea en un plazo de 5 a 7 días, pero es prudente la vigilancia estrecha porque puede ser una infección en la articulación, que en la infancia puede producir daño permanente de la articulación, por lo que el tratamiento debe ser muy rápido y oportuno. La tuberculosis va en descenso en su frecuencia, todavía hay casos en la sierra tarahumara y el daño a las articulaciones y en especial a la columna, también puede ser severo tanto en el niño como en el adulto. La enfermedad de legg calve perthes, ha mantenido su incidencia, en este proceso falta irrigación sanguínea a la cabeza del fémur y se muere, pero durante un proceso de 18 a 24 meses suele curar, requiere de estricta vigilancia de un ortopedista. Si no se vigila y trata adecuadamente también deja secuelas que en la vida adulta causaran muchos problemas.

A la edad de 10 a 12 años, se nos presenta el deslizamiento epifisiario deel fémur en la cadera, en el cual el centro de crecimiento y osificación de la cabeza femoral se separa del resto de la cabeza y se sale de su posición normal, dependiendo del grado de desplazamiento, en la vida adulta causan muchas molestias. Es necesaria la cirugía para fijar con clavillos el centro de crecimiento de la cabeza y de ser en las primeras 8 horas, se debe intentar reacomodarlo.

El pie plano es lo que más frecuente es causa de consulta, ahora con la vida sedentaria de los niños. Han cambiado drásticamente los juegos, pasan horas sentados, y con posturas inadecuadas, que también las tienen para dormir, a lo que se agrega el incremento tan importante en la obesidad en los niños, y la laxitud de ligamentos. Las molestias habituales son cansancio y dolor de piernas por la tarde y noche, los padres notan que el niño deforma el calzado o se cae mucho, tiene dificultad para correr y los deportes, o que mete mucho las puntas de los pies al caminar, los más raros notan la deformidad del pie y los menos, acuden porque alguna brigada médica que fue a la escuela se los recomienda. El pie plano debe ser manejado con plantillas ortopédicas prescritas por el ortopedista, y que por lo antes dicho, creo que en su mayoría son para toda la vida. El calzado ortopédico, no es util, porque los arreglos son de materiales que no tienen las características de altura y consistencia que se requieren. La edad de inicio de tratamiento está marcada a partir de los dos o tres años, pero muchos niños requieren de plantillas cuando son más pequeños.

La escoliosis, que es la presencia de curvas anormales de la columna vertebral también afecta a los niños en sus diferentes tipos, siendo la más grave la escoliosis congénita, en la que hay defectos en la formación de la columna vertebral durante el embarazo. La escoliosis idiopática, pasa inadvertida muchas veces en el seno familiar y en la escuela, hasta que ya cuando la curva es muy grande, se hace aparente. Según el tamaño de la curva, se maneja con fisiatría, corset y en los casos avanzados se requiere de la cirugía temprana y oportuna, pues en la edad adulta se causa grave restricción en los pulmones y rendimiento físico de la persona, además de la deformidad propiamente dicha.

No puedo dejar de advertir, que este no es un manual de tratamientos, aquí muestro solo conceptos generales de los problemas más frecuentes que vemos en la especialidad.