Parte del proceso de crecer es aprender a cuidar de tu cuerpo. Esto quiere decir tomar buenas decisiones con respecto a tu salud, evitar todo lo que pueda causarte daño y acudir al médico para una evaluación de rutina.
Quizás te preguntes: ¿por qué debo ir?, ¿por qué ahora? La respuesta es, que has crecido y has ingresado en la pubertad por lo que necesitas realizarte un examen físico que corresponda con esta nueva etapa de tu desarrollo.
Normalmente la primera visita al ginecólogo es para conocerte, para tomar una historia médica enfocada en la parte ginecológica, y para saber qué sucederá en la próxima visita. No suele ser necesario un examen físico. Sin embargo, un examen puede hacerse en esta visita según tu edad, si has tenido ya relaciones sexuales, o si tienes problemas con la regla, o si tienes dolor o síntomas de infección.
Es importante que entiendas la importancia de esta visita al ginecólogo
Es probable que asocies la “visita al médico” con enfermedad y probablemente no entiendas la importancia de esta visita cuando te sientes perfectamente sana. Es por eso importante que entiendas los tres principales propósitos:
- Información: podrás obtener información precisa y confidencial a cualquier pregunta que tengas concerniente a los cambios en tu cuerpo y su funcionamiento de ahora en adelante, sexualidad, sexo y cuidados.
- Prevención: podrás aprender acerca de la prevención al embarazo y enfermedades de transmisión sexual y cuáles son los estilos de vida saludables para ti.
- Tratamiento: si eres de las que tienen una menstruación irregular, o con dolor o cualquier otro problema, el doctor lo analizará y te ofrecerá un tratamiento.
¿Cuándo debe hacerse?
La consulta ginecológica está basada en los órganos reproductores de la mujer y sus funciones. La primera consulta ginecológica debería hacerse entre los 11 y los 15 años, (de preferencia antes de la primera menstruación) y quizás esta visita sea nada más una conversación entre tú y tu médico.
De esta manera ambos llegarán a conocerse y te ayudará a establecer una relación de más confianza con el ginecólogo y a determinar lo que puedes esperar en las consultas futuras.
Es importante que para esta primera visita, acudas cuando ya no tengas la menstruación.
¿Cómo elijo el médico?
Es importante que hables con tu mamá o con el adulto que te acompañará acerca de tus preferencias: ¿Hombre o mujer?, ¿joven o más grande?, ¿un especialista en medicina adolescente o un ginecólogo? Y que, entre las dos, hagan la selección.
¿De qué hablaré con el ginecólogo?
Esto es diferente para cada persona, pero por lo general, el médico se pasará la mayor parte del tiempo hablando contigo y aprendiendo acerca de ti y de los problemas que puedas tener. En esta primera consulta podrás compartir las dudas que tengas sobre el funcionamiento de tu cuerpo y los cambios que se irán produciendo en el mismo. Aprender acerca del funcionamiento normal, te ayudará a detectar cuando se presente algún problema.
Es importante que te sepas sana y normal y que no te sientas distinta de tus amigas y compañeras, que estén más adelantadas o atrasadas respecto de su desarrollo. El médico te hablará del cuidado que debes tener con tu cuerpo, de la necesidad de un adecuado ejercicio físico y balanceada alimentación, así como de los hábitos de higiene en general y los relacionados con las menstruaciones, en particular.
Es probable también que haga una revisión de temas de seguridad personal como puede ser la abstinencia de actividad sexual o el uso de los anticonceptivos y de cómo debes de protegerte en caso de que hayas decidido tener relaciones sexuales. Has todas las preguntas que quieras hacer y responde siempre con honestidad para que el médico sepa si es necesario y cuáles estudios tendrá que hacerte.
Habitualmente no es necesario realizar ninguna práctica médica invasiva ni dolorosa.
Es normal que te sientas nerviosa la primera vez y podría ayudarte platicar de esto con tus padres o con alguien de tu confianza para que sepas lo que puedes esperar.
¿Qué puedes esperar en la primera consulta?
Primero conocerás la oficina del médico y tranquilamente él o ella te explicarán lo que va a suceder en esta visita y cuáles van a ser los procedimientos que va a hacer y el orden en que se van a ir haciendo y lo que se hablará con tus padres.
Te pesarán, te medirán y te tomarán la presión arterial. Posteriormente, el médico te hará varias preguntas acerca de ti y de tu familia (a esto se le llama historia clínica).
Algunas de ellas pueden parecer demasiado personales como por ejemplo preguntas sobre tu periodo menstrual o sobre tu actividad sexual (tanto vaginal como oral o anal).
Con estos datos se hará una idea de donde tiene que insistir en la prevención o en el diagnóstico de determinadas enfermedades. Es importante que las respuestas sean sinceras y honestas; este es el mejor momento para que también tú hagas las preguntas que tengas (si puedes, escríbelas con anticipación para evitar olvidos):
- Si tienes flujo vaginal
- Si hay manchado (sangrado muy ligero) a la mitad del ciclo menstrual.
- Si el sangrado es muy intenso.
- Si tienes dolor en la pelvis.
- Si hay irregularidades en tu menstruación.
- Si tienes actividad sexual, preguntar acerca de las precauciones que debes tener.
- Si hay algún dolor “raro”.
- Si tienes alguna duda en cuanto a anticonceptivos.
¿Qué tanto se les dirá a tus padres?
Si te preocupa que el médico comente con tus padres la conversación que han tenido ustedes dos, exprésalo claramente. Tu médico te explicará cuál es la conversación que debe mantener confidencial entre ustedes dos y cuál es la que tiene que aclarar con tus padres.
Es importante que sepas que si el médico detecta que puedes estar en peligro de dañarte a ti misma o a otras personas o que alguien te está dañando a ti, tendrá que compartir esa información con tus padres o tutores.
Exámenes y estudios de laboratorio
Es probable que el médico pida que se te hagan algunos exámenes de laboratorio en la primera consulta. Esto va a depender principalmente de tu edad, de si has tenido relaciones sexuales o si tienes algún problema. Teniendo en cuenta esto, el médico puede pedirte los siguientes estudios:
- Examen físico general
- Análisis general de orina
- Examen de los senos
- Examen pélvico
- Prueba de Papanicolaou
Es muy probable que siempre se encuentre presente una enfermera mientras que se hacen estos estudios o, si lo deseas, puedes pedir la presencia de un familiar.
Examen físico general: Durante el examen físico se medirá tu estatura, peso y presión arterial. También te examinará para detectar otros problemas de salud:
- Si hay dolor intenso en la parte inferior del abdomen
- Si tienes dolores fuertes (cólicos) durante el periodo menstrual.
- Te preguntará si tus periodos menstruales son regulares, irregulares o si se omiten algunos meses.
- Si tienes dolor, ardor, comezón alrededor de la vagina o si hay aumento en el flujo o en su apariencia.
- Si al orinar has notado salida de sangre
Análisis general de orina: puede detectar desde un embarazo, infecciones de los riñones, diabetes y algunas otras enfermedades.
Examen de los senos: La exploración de los pechos debe estar incluida en la revisión periódica. Para explorar el pecho es mejor que acudamos a la consulta después de terminar la regla. En este momento la glándula mamaria está en las mejores condiciones para que la información obtenida en la exploración sea clara.
En la exploración el médico mirará si las mamas son iguales, si hay alteraciones en la piel, en el pezón, en la areola, si hay secreción por los pezones, si se tocan bultos y sus características. Para realizar este examen el médico mueve los dedos alrededor del seno siguiendo siempre un patrón circular.
Nadie puede conocer el pecho de una mujer mejor que ella misma. Por eso se aconseja que seas tú misma la que auto-explores tus pechos todos los meses después de la regla y, ante cualquier cambio, acudas al ginecólogo.
Examen pélvico: Este examen casi nunca se realiza durante la primera consulta ginecológica. Sin embargo, si has tenido relaciones sexuales o si tienes algún problema, puede ser necesario realizarlo.
Para el examen pélvico te pedirán que te desvistas y que te pongas una bata y que te acuestes en una camilla especial para exámenes ginecológicos. Te pedirán que coloques los pies en los apoyapiés o estribos, que separes los muslos y que deslices la cadera hacia abajo hasta llegar al borde delantero de la camilla.
La postura no es muy cómoda, pero es la única en la que los genitales externos están accesibles a la vista y se puede introducir un especulo para ver la vagina y el cuello del útero.
El examen pélvico consta de tres partes:
- Examen de la vulva o parte externa de los genitales
- Examen de la vagina con un espéculo (instrumento especializado para introducirlo a través de la vagina).
- Palpación de los órganos internos con una mano enguantada.
El médico examinará la vagina con la ayuda del espéculo (instrumento tubular que se parece al pico de un pato). Es importante estar relajada y confiada, pensando que no tiene por qué ser una exploración dolorosa o demasiado molesta. El espéculo, se introduce en la vagina cerrado y, cuando llega al cuello del útero, se abre. El espéculo introducido con cuidado no tiene por qué hacer daño.
Es probable que aproveche para tomar una muestra de células para detectar la presencia de enfermedades de transmisión sexual y tomará una muestra para hacer la prueba del Papanicolaou.
Después de cerrar y retirar el especulo el/la ginecólogo/a hará un tacto vaginal: colocará uno o dos dedos enguantados y lubricados en la vagina y se desplazará hasta el cuello que sienta el cuello del útero. Con la otra mano, presionará el abdomen desde afuera.