Seleccionar página

La gastroenterología es la rama de la medicina que se ocupa del estudio del aparato digestivo y de sus enfermedades. Trata los órganos (esófago, estómago, intestino delgado, intestino grueso, recto y ano), así como las glándulas digestivas (hígado, vías biliares y páncreas). La hepatología (hígado) y la proctología (recto y ano) son sus dos especialidades principales.

¿En qué casos hay que pedir cita con el gastroenterólogo?

El médico de cabecera puede derivarte a un gastroenterólogo si presentas signos digestivos poco frecuentes. En caso de vómitos con sangre o de heces de color negro, hay que acudir al médico sin dilación por si se trata de una hemorragia digestiva. También, en caso de obstrucción, perforación intestinal o cálculos biliares, hay que acudir al médico de inmediato si se tienen dolores agudos y constantes.

¿Cuándo acudir a la consulta del gastroenterólogo?

En principio, es mejor pedir cita con el médico de cabecera. En caso de que la situación requiera exámenes más completos, él mismo te aconsejará un gastroenterólogo. Puesto que esta disciplina es cada vez más especializada, pide consejo a tu médico de cabecera.
Si la situación es repentina y extremadamente dolorosa, acude al médico de cabecera de inmediato o ve al servicio de urgencias del hospital más próximo.

¿Quiénes son las personas de alto riesgo?

Las personas con antecedentes personales y familiares. En términos generales, la mayoría de las enfermedades del tubo digestivo no dependen de la edad. La única amenaza real es la del cáncer, especialmente el de colon, sobre todo pasados los 55 años. En tales casos es recomendable hacerse una prueba cada dos años.

El resto de exámenes preventivos cuya realización se aconseja a cualquier edad son las pruebas de la hepatitis C (en caso de transfusión sanguínea o de toxicomanía) y el tacto rectal para los hombres de más de 50 años, para constatar la ausencia de anomalías en la próstata o el recto.

¿Qué hay que tener preparado para la primera consulta?

  • Los antecedentes personales y familiares: médicos, pero no exclusivamente los del tubo digestivo. Entre otros, los antecedentes cardiacos, pulmonares, neurológicos y, por supuesto, los casos de cáncer en parientes cercanos;
  • Las pruebas realizadas con anterioridad: no te olvides de los últimos análisis biológicos y las pruebas de función hepática;
  • Los tratamientos: indica los medicamentos que tomas actualmente o los que has tomado recientemente.

 

¿Cómo se desarrolla la primera visita?

La consulta suele durar unos 30 minutos, y una gran parte de ese tiempo se dedica al intercambio de información entre el paciente y el médico: ¿qué medicamentos tomas?, ¿qué molestias sientes y desde cuándo? Lo más importante es no tener miedo de hablar de las molestias con un vocabulario sencillo (manchas extrañas en la ropa, gases constantes, incontinencia…).
Luego el especialista palpa el hígado, ausculta el abdomen en caso de hinchazón o de hernias, y el corazón. Un examen completo también puede incluir un tacto rectal, una ecografía abdominal y, a veces, una endoscopia.

Palabras clave que debes conocer

La cirrosis es una enfermedad crónica del hígado que implica, entre otras cosas, un endurecimiento del hígado y el desarrollo de una serie de cicatrices fibrosas. Las causas son múltiples: alcoholismo, hepatitis B, C, D u origen desconocido;

Los cálculos biliares son unas piedras pequeñas que se forman en las vías biliares a partir de pigmentos biliares cristalizados y sales cálcicas. Pueden provocar icteria, dolores abdominales en el lado derecho y una obstrucción o inflamación de la vesícula biliar (depósito de bilis situado bajo el hígado);

La colitis y el cólico. El término cólico se utiliza comúnmente para designar un dolor, mientras que la colitis es una inflamación del colon. Se tratan con medicamentos;

La endoscopia es un examen que consiste en detectar las úlceras o los tumores y en efectuar extracciones y hacer suturas sin intervención quirúrgica. Se introduce un tubo dotado de una cámara en el tubo digestivo para poder ver el interior de algunos órganos. Si el tubo se introduce por la boca, se denomina gastroscopia, y si el tubo se introduce por el ano, se trata de una colonoscopia;

El tacto rectal. Consiste en una palpación totalmente indolora que se realiza a través del ano para detectar anomalías. Es necesario colocarse en posición fetal;

El reflujo gastroesofágico es una regurgitación de ácido hacia el esófago causada por un funcionamiento anormal del esfínter que lo separa del estómago.

La gastroenterología en cifras

En las etapas iniciales del cáncer de colon las posibilidades de curación definitiva tras la intervención son de entre un 90 y un 100 %.

Existen alrededor de 800 enfermedades del aparato digestivo.

La cirrosis representa cerca un tercio de las defunciones causadas por enfermedades del aparato digestivo.