Existen diferentes tipos de agua, de acuerdo a su procedencia y uso:
- Agua potable: es agua que puede ser consumida por personas y animales sin riesgo de contraer enfermedades.
- Agua salada: agua en la que la concentración de sales es relativamente alta (más de 10 000 mg/l).
- Agua salobre: agua que contiene sal en una proporción significativamente menor que el agua marina. La concentración del total de sales disueltas está generalmente comprendida entre 1000 – 10 000 mg/l. Este tipo de agua no está contenida entre las categorías de agua salada y agua dulce.
- Agua dulce: agua natural con una baja concentración de sales, generalmente considerada adecuada, previo tratamiento, para producir agua potable.
- Agua dura: agua que contiene un gran número de iones positivos. La dureza está determinada por el número de átomos de calcio y magnesio presentes. El jabón generalmente se disuelve mal en las aguas duras.
- Agua blanda: agua sin dureza significativa.
- Aguas negras: agua de abastecimiento de una comunidad después de haber sido contaminada por diversos usos. Puede ser una combinación de residuos, líquidos o en suspensión, de tipo doméstico, municipal e industrial, junto con las aguas subterráneas, superficiales y de lluvia que puedan estar presentes.
- Aguas grises: aguas domésticas residuales compuestas por agua de lavar procedente de la cocina, cuarto de baño, fregaderos y lavaderos.
- Aguas residuales: fluidos residuales en un sistema de alcantarillado. El gasto o agua usada por una casa, una comunidad, una granja o una industria, que contiene materia orgánica disuelta o suspendida.
- Aguas residuales municipales: residuos líquidos originados por una comunidad, formados posiblemente por aguas residuales domésticas o descargas industriales.
- Agua bruta: agua que no ha recibido tratamiento de ningún tipo o agua que entra en una planta para su tratamiento.
- Aguas muertas: agua en estado de escasa o nula circulación, generalmente con déficit de oxígeno.
- Agua alcalina: agua cuyo pH es superior a 7.
- Agua capilar: agua que se mantiene en el suelo por encima del nivel freático debido a la capilaridad.
- Agua de adhesión: agua retenida en el suelo por atracción molecular, formando una película en las paredes de la roca o en las partículas del suelo.
- Agua de desborde: agua que se inyecta a través de una fisura en una capa de hielo.
- Agua de formación: agua retenida en los intersticios de una roca sedimentaria en la época en que ésta se formó.
- Agua de gravedad: agua en la zona no saturada que se mueve por la fuerza de gravedad.
- Agua de suelo: agua que se encuentra en la zona superior del suelo o en la zona de aireación cerca de la superficie, de forma que puede ser cedida a la atmósfera por evapotranspiración.
- Agua disfórica: agua pobre en nutrientes y que contiene altas concentraciones de ácido húmico.
- Agua estancada: agua inmóvil en determinadas zonas de un río, lago, estanque o acuífero.
- Agua fósil: agua infiltrada en un acuífero durante una antigua época geológica bajo condiciones climáticas y morfológicas diferentes a las actuales y almacenada desde entonces.
- Agua freática: agua subterránea que se presenta en la zona de saturación y que tiene una superficie libre.
- Agua funicular: agua presente en los mayores poros que rodea las partículas del suelo formando, en los puntos de contacto con dichas partículas, anillos que se fusionan entre ellos.
- Agua primitiva: agua proveniente del interior de la tierra que no ha existido antes en forma de agua atmosférica o superficial.
- Agua magmática: agua impulsada hasta la superficie terrestre desde gran profundidad por el movimiento ascendente de rocas ígneas intrusivas.
- Agua metamórfica: agua expulsada de las rocas durante el proceso de metamorfismo.
- Agua vadosa: cualquier agua que aparece en la zona no saturada.
- Agua subterránea: agua que puede ser encontrada en la zona saturada del suelo, zona formada principalmente por agua. Se mueve lentamente desde lugares con alta elevación y presión hacia lugares de baja elevación y presión, como los ríos y lagos.
- Agua superficial: toda agua natural abierta a la atmósfera, como la de ríos, lagos, reservorios, charcas, corrientes, océanos, mares, estuarios y humedales.