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Dependiendo del terreno, el tipo de uso o simplemente el gusto personal, cada persona necesita un tipo de bicicleta. Por fortuna, existen muchas clases al servicio de quien quiere disfrutar dando pedales.

 Bicicleta de carretera

Ligeras, para ahorrar peso en las subidas, las bicicletas de carretera están entre las más habituales entre quienes practican el ciclismo y son, por supuesto, la principal herramienta de trabajo de los profesionales que corren las principales carreras del panorama internacional. Este tipo de bicis se caracterizan por sus finas ruedas, lo que las hace aptas para circular por carreteras pavimentadas pero no por caminos menos practicables o por el monte. Suelen tener el cuadro más pequeño y mucho menos pesado que sus parientes, lo que las hace más sensibles al manejo pero también algo más inestables en las bajadas. Aunque aún se fabrican modelos en acero, el aluminio y la fibra de carbono han ganado terreno en cuanto a materiales de construcción.

 Bicicleta de montaña

Aunque hoy en día sean probablemente las más vendidas, las mountain bikes son un invento relativamente reciente. No fue hasta los años ochenta de la pasada centuria cuando se generalizaron, en un primer momento para dar satisfacción a los locos de los descensos y de los recorridos por terrenos más escarpados y luego para convertirse en la elección de muchos ciclistas que la usan casi en cualquier circunstancia. Su cuadro es robusto, muchas veces fabricado en acero, y más ancho que el de las bicis de carretera, lo que les confiere estabilidad pero las hace más pesadas. Montan ruedas gruesas, normalmente guarnecidas con tacos para mejorar el agarre en cualquier terreno. Las suspensiones, hasta no hace mucho opcionales, son cada vez más normales tanto sobre la rueda delantera como sobre la trasera.

 BMX

Las bicis para acrobacias urbanas tienen habitualmente un solo piñón y en muchas ocasiones es fijo, esto es, que mientras la rueda trasera avance los pedales se moverán siempre. Se utilizan en entornos urbanos para superar obstáculos y disfrutar haciendo trucos y posturas extrañas.

 Bicicleta híbrida o urbana

Para quienes no quieren una bici tan sensible y nerviosa como la de carretera ni una máquina tan robusta como la de montaña se ha inventado la bicicleta híbrida. Se usa a menudo para pedalear por ciudad, y se caracteriza por montar un cuadro de rigidez intermedia y unas ruedas algo más finas que las de una mountain bike. Muchos las complementan con portaequipajes y guardabarros, muy útiles cuando se quieren transportar cosas y no se desea llegar perdido de barro a la oficina. El resto de aditamentos varía mucho en función de su uso: hay quien prefiere un manillar recto y quien lo monta curvado, hay quien no puede vivir sin sus pedales automáticos y quien opta por los convencionales para poder montar y desmontar con mayor comodidad…

 Para contrarreloj

Las primas rápidas de la bicicleta de carretera son un invento muy reciente. Hasta los años noventa este tipo de bici no se generalizó entre los ciclistas profesionales, que afrontaban las etapas contra el crono de las grandes vueltas con máquinas convencionales. Un americano, Greg LeMond, contribuyó a popularizarlas tras ganar el Tour de Francia de 1989 por sólo 8 segundos gracias a una bici como éstas. Cuentan con un ligerísimo cuadro que ofrece la mínima resistencia al aire, ruedas finas habitualmente montadas sobre llantas con radios de carbono y un manillar característico en forma de cuernos, con el remate hacia arriba, que se complementa con otras dos manetas en el centro para mejorar la posición.

 ‘Cruiser’ o playera

Estas bicicletas conservan el sabor de los míticos años cincuenta norteamericanos. Robustas, de gruesas ruedas, con portaequipaje, faros, sillín ancho y diseño retro, están indicadas para el paseo tranquilo o para pedalear hacia el picnic del fin de semana. En los últimos tiempos, la moda de las bicis con aroma añejo las ha vuelto a poner de moda.

 Infantil

Más allá de los clásicos triciclos para los más pequeños, hay multitud de modelos para que los niños y las niñas se inicien en el ciclismo, inspirados habitualmente en las bicicletas para mayores. En el mercado se encuentran interesantes modelos sin pedales, indicados para que los chavales aprendan a mantener el equilibrio antes de pasar al siguiente período, pedalear.

 Reclinada

Para grandes distancias se han pensado estas máquinas que tanto llaman la atención. Se trata de bicicletas en las que el ciclista pedalea recostado, en muchas ocasiones protegido de los elementos por un sencillo carenado, y capaces de transportar el equipaje. Eso sí: en terrenos muy escarpados o puertos de