Seleccionar página

El concepto de educación concebido como la formación del ser humano, va más allá de la mera enseñanza de las destrezas profesionales y laborales, y es necesario retomar ese significado, señaló el académico del ITESO, Héctor Garza Saldívar. El maestro del Departamento de Filosofía y Ciencias Sociales del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), exhortó a reflexionar sobre el papel de los educadores en la formación de sus estudiantes. Al impartir la conferencia «Disolución de la educación en nuestros tiempos» en el Congreso Internacional de Educación ConiedUK 2015, organizado por la Universidad Kino, pidió a los maestros preparar a sus alumnos para combatir la mayor ignorancia del ser humano. Los humanos ignoran aspectos de ellos mismos, los fines y propósito en la vida, planteó durante su intervención ante estudiantes de licenciaturas en educación, académicos e investigadores. «Los griegos consideraban la educación como purificación, porque no es solo el aprendizaje de destrezas que les permitan sobrevivir, sino la formación de la persona», manifestó. Subrayó la necesidad de desarrollar la importante tarea de llevar a los estudiantes a cuestionarse e iniciar la búsqueda de respuestas con respecto a uno mismo y la orientación de la vida en el mundo. «Nos hemos olvidado de la finalidad de la educación y de los medios para lograr esa educación. Se nos ha olvidado que la formación misma no tiene como finalidad el estado, ni la economía, ni siquiera a la sociedad», externó. La formación misma es praxis -práctica- no poiesis -producción-, anotó el académico quien es doctor en Filosofía por la Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, España. «Esto es lo que facilitará que podamos alcanzar una cultura madura, humana, amigable consigo misma y con el mundo que habitamos, ya no una sociedad rapaz, depredadora, criminal y autosuficiente», subrayó. Concluyó su intervención con la pregunta con la que abrió su plática ¿Qué hemos hecho de nosotros mismos?, ¿Volveremos alguna vez a recuperar nuestra propia humanidad? «Estas son las preguntas que la educación tendría que responder y lo que la educación tendría que asumir», puntualizó.