Las caries constituye actualmente la enfermedad crónica más frecuente en el ser humano. Es una enfermedad caracterizada por reacciones químicas y microbiológicas que llevan a la destrucción total del diente, avanzando desde la superficie hasta su interior.
La caries va evolucionando progresivamente hasta llegar a un estado en que la única solución es la extracción de la pieza.
¿Cómo se origina una caries?
La caries es una enfermedad en cuyo origen intervienen múltiples factores que actúan simultáneamente:
- Bacterias (microorganismos), que son capaces de transformar los hidratos de carbono (azúcares) de los alimentos, en ácidos, lo que produce una desmineralización progresiva del diente que va destruyendo los tejidos duros del mismo.
- Placa dentaria: Es un conjunto de productos químicos pegajosos, procedentes de la saliva y de residuos alimentarios. Permite que las bacterias se adhieran íntimamente a la superficie del diente, pudiendo producir así su acción destructora.
El conjunto de ambos factores, placa dentaria o matriz y bacterias, recibe el nombre de placa bacteriana.
Evolución de una caries.
El diente está constituido por tres tejidos duros – esmalte, dentina y cemento radicular– y por uno blando – la pulpa o nervio-. Los dientes se alojan en el hueso de los maxilares; entre éste y el diente existe un tejido blando, denominado ligamento periodontal.
Las caries evolucionan en distintas fases:
- En primer lugar afecta a los tejidos duros, es decir, el esmalte o al cemento (éste último en las caries de raíz)
- A partir de ahí, avanza llegando hasta la dentina, y posteriormente hasta la pulpa o nervio.
- Si sigue progresando, avanzará por el canal de la raíz, hasta afectar al ligamento periodontal, al hueso que sujeta al diente y a los tejidos blandos de alrededor.
Síntomas de una caries
La caries es una proceso indoloro hasta que llega a estados avanzados, con afectación de la pulpa o nervio. De ahí, la importancia de no esperar a que se produzca dolor para acudir al dentista.
Inicialmente se detecta como manchas o puntos oscuros, o como zonas de color blanco-tiza. Otras veces se produce cierta sensibilidad con alimentos o bebidas frías o calientes o también con algunos dulces.
En ocasiones, si la caries evoluciona muy lentamente, puede llegar a estados muy avanzados, con gran afectación pulpar, sin que haya existido nunca dolor.
Tratamiento de la caries
El tratamiento de la caries depende de la fase de la evolución en la que se encuentre:
- Las caries superficiales o incipientes, que no han afectado al nervio, se tratan por medio de obturaciones (empastes), bien de tipo estético con composites o resinas, o de amalgama de plata, según los casos.
- Las caries profundas con afectación del nervio se tratan con endodoncias, en las que se saca el nervio del diente, limpiando bien todo el tejido afectado en su interior.
- Sólo en los casos en los que no es posible realizar una endodoncia se practicará la extracción dentaria.
LA ENDODONCIA: Una posibilidad antes de la extracción.
Existe un miedo desproporcionando a la endodoncia (“matar el nervio”), en comparación con el que se tiene a otro tipo de tratamientos que se realizan en la boca. Este condicionamiento provoca a menudo que los pacientes muestren una ansiedad extrema ante la posibilidad de que se les practique una endodoncia, y que soliciten la extracción como alternativa.
La desvitalización es un tratamiento que consiste en quitar el nervio de la pieza dentaria, limpiando meticulosamente el conducto donde éste se aloja en la raíz. Es un procedimiento que, realizado bajo una correcta anestesia local, es indoloro y permite reconstruir y conservar piezas dentarias que de otra forma habría que extraer.
Se practica introduciendo en el conducto del nervio una serie de limas de un tamaño cada vez mayor, con lo que, tras extraer el nervio, se va limpiando la pared del canal de los posibles restos de infección que queden adheridos. Posteriormente se rellena el conducto con materiales especiales, sellándolo completamente, lo que da solidez estructural a la raíz y evita la posible contaminación del hueso a través del conducto. Durante todo el proceso, se van realizando radiografías para determinar con exactitud la longitud de la raíz y eliminar completamente todo el nervio y los restos de infección, si los hubiere.
A pesar de realizarse correctamente la técnica, es posible que la infección o el proceso quístico o granulanotoso no se eliminen totalmente, por lo que puede ser necesario acudir a la cirugía periapical al cabo de algunas semanas; así como cabe la posibilidad de que no se obtenga el relleno total de los conductos, por lo que también puede ser necesario proceder a una reendodoncia, tanto en el caso de que el relleno quede corto , como largo.
Es posible que después de la endodoncia, la pieza cambie de color y se oscurezca ligeramente.
Es muy importante saber, que la pieza endodonciada se debilita, existiendo riesgo de fractura, por lo que es aconsejable realizar coronas protésicas.
Por todo lo expuesto, podemos concluir diciendo que la endodoncia es una opción de tratamiento antes de la extracción, aunque teniendo en cuenta en todo momento el alcance y riesgos de dicho tratamiento.