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Con el uso es normal e inevitable que nuestro cuchillos comiencen a perder filo. Para algunas personas esto es frustrante puesto que se dan cuenta de que empiezan a trabajar de forma incómoda. Pero tenemos a disposición una serie de herramientas que corrigen el filo y nos solucionan el problema fácilmente. Desde soluciones prácticas y manuales a procesos un poco mas largos de afilado como el uso de las piedras de agua.

¿por qué se desafilan los cuchillos?

El uso diario en la cocina va desgastando la hoja de nuestros cuchillos y esto es absolutamente normal. La duración del afilado de un cuchillo dependerá de la calidad del acero del cuchillo, del tipo de acero y del uso al que se lo someta.

Los principales motivos por los que un cuchillo puede dañarse o perder filo pueden ser:

  • cortar sobre superficies duras
  • ejercer presión lateral desmedida sobre la hoja
  • corrosión por ácido como limón, tomate u otros
  • ser sometido a altas temperaturas (por ejemplo en el lavavajillas)
  • mellarse chocando con la hoja de otro cuchillo

Antes de afilar tus cuchillos evalúa visualmente la hoja: si ves mellas o hendiduras profundas seguramente necesites la asistencia de un afilador profesional para recuperar tu cuchillo. Si no notas nada raro estás list@ para saber cómo afilar tus cuchillos.

Como afilar cuchillos en casa

El método de afilado es similar en todos los casos: se trata de desgastar el cuchillo en la primera fase de afilado y, en una segunda fase de perfilado, pulir las pequeñas imperfecciones y dejar un acabado pulido. Normalmente las piedras de estos afiladores manuales suelen ser de diamante y cerámicas, para poder desgastar o perfilar.
¿Cómo afilar cuchillos en casa?  La respuesta en simple: para cuchillo hogareños de buena calidad existen varios métodos que requieren mayor o menor destreza y que os reseñamos a continuación:

  • Afiladores manuales y eléctricos
  • Afilado con piedra
  • Afilado profesional
  • Asentado del filo con chaira
  • Afilar cuchillos con afiladores manuales o eléctricos

Para afilar tus cuchillos con afiladores manuales el sistema no puede ser más sencillo: haz de pasar la hoja del cuchillo por las aberturas que tienen los afiladores trayendo la hoja hacia ti. Primero se pasa por el grano más grueso para desgastar la hoja y recuperar el ángulo de la hoja del cuchillo quitando las posibles imperfecciónes y luego, para finalizar se pasa por la abertura más fina, fabricada en cerámica, con el fin de perfilar la hoja y dejar una terminación pulida.