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La Orquesta

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La Orquesta jaranera cumple una triple función en las fiestas pueblerinas ya que a más de amenizar alegremente la vaquería, acompaña las procesiones del Santo Patrono y por las tardes anima con su presencia las corridas de toros. Esta orquesta, también llamada en muchas poblaciones «charanga» por ser una banda pequeña de instrumentos de aliento, estaba integrada inicialmente de la siguiente manera: dos trompetas, dos clarinetes, dos trombones, un contrabajo, un bombardino (barítono de aliento que fue sustituido más tarde por un saxofón tenor) un “huiro” o rascador y dos timbales.

“Los timbales son el alma del baile; cuando es un nativo el que los toca, varia hasta el infinito sus ritmos y acentos y hay momentos (cuando alguna pareja se distingue, dejándola entonces sola haciéndole ruedo) en que se baila únicamente con el ritmo de los timbales. El objeto de que los instrumentos melódicos estén doblados, es que, con las jaranas se bailan casi sin interrupción por varias horas, es necesario que los músicos se turnen de vez en cuando a fin de que no se cansen antes que los bailadores” (Fernando Burgos Samada “La Música Actual de los Indígenas de México.1934)

Algunas orquestas en la actualidad usan tres trompetas para darle mayor sonoridad a la jarana y han sustituido el contrabajo por la guitarra-bajo eléctrica.

Tomado del libro: «Costumbres de Yucatán»
de Luis Pérez Sábido.
Primera Edición, Mérida Yucatán 1981. Capítulo VII página 68

Jarana, características musicales

La jarana es el baile típico de la península de Yucatán. Existen dos formas métricas de este tipo de baile: La jarana 6 por 8 (en compás musical de 6/8), zapateada, nieta de los aires andaluces e hijas de los sones mestizos, es de movimiento vivo marcado a dos tiempos, cuyo acento rítmico cae en el segundo tercio del tiempo ligero del compás, en una nota que puede ser prolongada hasta el tercer tercio o sincopada hasta el primer tercio del compás siguiente. Una de las características musicales de la jarana 6 por 8 (en compás musical de 6/8) es la de reforzar el segundo tercio del tiempo pesado de los compases impares, mediante una apoyatura superior de segunda, mayor o menor. En la actualidad se ha perdido esta particularidad en su escritura más no así en su ejecución, ya que los músicos intuitivamente la hacen siempre, a manera de adorno.

La jarana 3 por 4, (en compás musical de 3/4) nacida posteriormente, es valseada y tiene el aire de la jota aragonesa de la que deriva, por ellos su movimiento metronómico es igual a 84 blanca un puntillo, inicialmente la jarana 3 por 4 (en compás musical de 3/4) era exclusivamente para ser bailada, posteriormente se le han agregado textos rimados, ya sea adaptándoselos a una música preexistente o bien poniéndole música a determinados versos festivos. Ejemplo “La fiesta del pueblo” de Manuel Burgos Vallina. Se ha introducido en este siglo (S. XX) la costumbre de escribir jaranas que contienen ambos ritmos, la primera para en 3 por 4 (en compás musical de 3/4) y la segunda en 6 por 8 (en compás musical de 6/8) como “Mi lindo Motul” de Armando González Domínguez y “La Morena de mi Pueblo” de Manuel Gil Lavadores.

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