Como ya se sabe hay muchas posiciones encontradas a favor y en contra del consumo de carne roja …Lo curioso es que estas posturas tienen algo de razón, pero ninguna de ellas es poseedora de la verdad absoluta debido a que, como ocurre a menudo en el campo de la alimentación, no existe una sola dieta ideal que se aplique indistintamente a todas las personas o a todas las situaciones.
Asimismo, se debe mencionar que a pesar del debate entre seguidores y detractores, muchos expertos han llegado a la conclusión de que suprimir por completo la carne roja de la dieta puede privar al cuerpo de importante número de vitaminas y de ciertos grupos de proteínas que no pueden conseguirse por otras vías con la misma abundancia y calidad.
La carne o fibra muscular animal es un alimento que se critica severamente porque se suele relacionar con enfermedades como obesidad, problemas del corazón, colesterol elevado y hasta ciertos tipos de cáncer; pero estas afirmaciones son verdades a medias que deben matizarse para no caer en posiciones extremistas.
En primer lugar hay que decir que la vitamina B12 (y todo el complejo B en general) se obtiene de alimentos animales, por lo que una dieta que excluye carnes rojas presenta importantes carencias de este nutriente y, por ello, según se deduce de varios estudios, las personas vegetarianas suelen sufrir anemia y graves alteraciones del sistema nervioso.
De modo que lo más recomendado por los conocedores es justo el medio es decir que Una alimentación saludable que se base en la diversidad de alimentos. Además los nutriologos aputan que las mujeres embarazadas y los niños menores de 8 años no deben dejar de consumir carne roja por considerarse fundamental la proteina para el desarrollo del niño y el feto.
Además, se debe considerar que del total de alimentos que se consumen en un día, el 55% ó 60% deben ser carbohidratos, 30% grasas y 15% ó 10% proteínas. Dicho de otro modo, las carnes rojas deben consumirse de manera moderada respecto a otros productos, como pan, frutas y verduras.