¿QUÉ ES EL CÁNCER?
Los órganos están formados por un conjunto de células que, de una manera regular, se dividen para reemplazar a las células que mueren.
Este proceso de división celular está regulado por unos mecanismos que, si se alteran en alguna célula, provoca que esta célula y sus descendientes comiencen una división incontrolada y puedan adquirir la capacidad de invadir tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y crecer en otras partes del organismo (metástasis), formando un tumor o nódulo maligno llamado cáncer o neoplasia.
El cáncer puede crecer de tres maneras:
- Localmente, invadiendo las células de los tejidos vecinos
- Diseminándose a través de los ganglios linfáticos
- Diseminándose a través de los vasos sanguíneos
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA EL CÁNCER DE CABEZA Y CUELLO?
El especialista puede observar la mucosa de la boca, nariz, faringe y laringe utilizando un espejillo, un fibroscopio o una lente rígida. En caso de observar tejido sospechoso, practicará una biopsia extrayendo un fragmento de tejido para que un patólogo pueda observarlo con el microscopio y verificar de qué tipo de tumor se trata.
Además, deberá palpar el cuello del paciente en busca de nódulos.
Posteriormente, solicitará imágenes radiológicas (TAC, resonancia magnética) para verificar la extensión del tumor y si los nódulos del cuello están afectados.
Con ello, el especialista podrá conocer en qué etapa de desarrollo se encuentra el cáncer (estadiaje), que servirá para planificar el tratamiento adecuado.
El tratamiento del cáncer de cabeza y cuello, como ocurre con la mayoría de tumores, es multidisciplinar: distintos especialistas trabajan juntos para combinar terapias y ofrecer al paciente las mayores probabilidades de curación.
¿QUÉ ES UN COMITÉ DE TUMORES DE CABEZA Y CUELLO?
Los tumores de cabeza y cuello representan un grupo muy heterogéneo y complejo de neoplasias, tanto por las diferentes localizaciones anatómicas como por el pronóstico y tratamiento diferente de cada una de ellas.
Se engloban dentro de la denominación de cáncer de cabeza y cuello los tumores originados en la nariz y senos paranasales, en la cavidad oral, la nasofaringe, orofaringe e hipofaringe, y en la laringe, así como los tumores de cuello (adenopatías) de origen desconocido con histología de carcinoma.
La multidisciplinariedad en el diagnóstico, tratamiento y control de estos tumores obliga a la coordinación de los diferentes especialistas médicos que están implicados en estos tumores y que se reúnen en comité.
Como resultado de las reuniones mantenidas por los miembros del comité, donde se han discutido las conductas a seguir para cada una de las diferentes localizaciones y estadios de la enfermedad, se elabora un protocolo que no se ha de considerar definitivo, ya que está sujeto a las modificaciones que fuesen necesarias para su actualización.
¿CÓMO SE DECIDE UN PLAN DE TRATAMIENTO?
Dada la cantidad de variables que se pueden presentar, el paciente sólo puede ser valorado aportando un estudio preoperatorio completo (electrocardiograma, radiografía de tórax…), estudio radiológico del tumor (TAC, resonancia magnética, PET) y estudio anatomo-patológico de la biopsia (¿es radiosensible el tumor?, ¿es muy agresivo?).
En primer lugar, se presenta el caso clínico del paciente, cuyo estado de salud o antecedentes personales podrían condicionar o contraindicar alguna terapia:
- Edad y situación física y psicológica del paciente: ¿tiene la función renal o hepática alteradas, de manera que impiden la quimioterapia? ¿Está en condiciones de soportar una cirugía complicada? ¿La zona ha sido tratada con radiaciones anteriormente? ¿Presenta demencia?
- Estado de nutrición: la desnutrición disminuye las posibilidades de curación, por lo tanto se consultará con el endocrinólogo. Cuando exista dificultad para tragar o se prevea aplicar radiación en la garganta que temporalmente provocará dolor intenso para tragar, será enviado a endoscopia digestiva para la colocación de una sonda de alimentación al estómago (PEG).
- Estado dental: si se prevé tratamiento con radiación en la boca, deberá consultarse con el dentista, ya que durante 2 años no podrá someterse a ningún tratamiento que toque el hueso de los maxilares.
Dependiendo del estudio pormenorizado anterior se elige la estrategia terapéutica más adecuada al paciente, siguiendo los protocolos (normas y pautas basadas en la experiencia clínica del Centro) con el fin de garantizar el mayor grado de curación y evitando la mayor morbilidad (secuelas) posible.
No obstante, siempre se deben ofrecer al paciente las alternativas que pudieran existir en su caso.
En cuanto al tratamiento quirúrgico, en muchos casos estará condicionado no sólo al tamaño y localización del tumor sino también a la experiencia, conocimiento y pericia del cirujano que lo atiende.
¿QUÉ TIPOS DE TRATAMIENTO EXISTEN?
En la cirugía de cabeza y cuello se utilizan solos o combinados varios tratamientos:
- Quimioterapia: consiste en el uso de medicamentos para destruir células tumorales. Pueden administrarse por vía oral, intramuscular o intravenosa y a través de la sangre van a las células tumorales. Se puede utilizar de tres maneras:
- Como tratamiento de inducción, para reducir el tamaño del tumor y hacerlo accesible a la cirugía y/o radioterapia.
- Quimio-radioterapia: se utiliza al mismo tiempo que la radioterapia para provocar mayor sensibilidad a la radiación en las células cancerosas (radiosensibilización).
- De manera paliativa, para frenar el crecimiento de un tumor ya irradiado e inextirpable o extendido a otros órganos
- Radioterapia: consiste en el uso de radiación de alta energía para destruir los tumores. Se puede utilizar de tres maneras:
- Sola como primer tratamiento
- Combinada con quimioterapia
- Como tratamiento complementario a la cirugía, muchas veces combinándola con quimioterapia
La radioterapia se utiliza no sólo en el tumor, sino también en las cadenas linfáticas del cuello, para tratar la enfermedad extendida a los ganglios.
- Cirugía abierta: es la cirugía tradicional. Elimina el tumor junto con una porción de tejido sano de alrededor mediante diferentes técnicas quirúrgicas.
- Cirugía Minimamente invasiva con LÁSER: a través del orificio natural de la boca, el cirujano accede al tumor y mediante el uso del microscopio quirúrgico (que amplifica la imagen), utiliza el láser CO2consiguiendo eliminar los tumores de la cavidad oral, lengua, faringe y laringe con una menor resección de tejidos sanos, alterando menos la anatomía y consiguiendo, cuando menos, los mismos resultados oncológicos que con la cirugía abierta pero evitando en muchos casos la traqueotomía(orificio en el cuello), seccionar la mandíbula, cicatrices externas y reduciendo el tiempo de recuperación funcional (tragar, hablar) y, por tanto, de hospitalización, lo que conlleva un ahorro económico.
La cirugía láser se puede volver a utilizar en caso de recidiva del tumor. La microcirugía a través de la boca requiere una larga formación. El cirujano primero ha de dominar la cirugía abierta tradicional para los casos en que no sea posible acceder al tumor por la boca (problemas anatómicos, extensión del tumor a tejidos vitales, etc.). También ha de desarrollar la habilidad en el uso del microscopio quirúrgico con imágenes muy ampliadas que ayudan a distinguir el tejido sano del tumoral (lo que permite resecar el tumor ajustando la resección del tejido sano de alrededor con mayor precisión).
Esta cirugía requiere una curva de aprendizaje (aumentando gradualmente la dificultad del caso): a mayor experiencia y habilidad, el cirujano podrá resolver casos más complicados.
¿QUÉ CUIDADOS POSTERIORES DEBERÁ SEGUIR EL PACIENTE?
Una vez acabado el tratamiento, el paciente deberá seguir controles periódicos que permitan detectar precozmente los casos de recidivas de la enfermedad para ser rescatados inmediatamente.
Habitualmente, su otorrinolaringólogo le deberá explorar en la consulta y ocasionalmente será necesario practicar técnicas de imagen (TAC, resonancia magnética, PET, radiografía de tórax).