En muchas ocasiones recibo pacientes en mi consulta que indican que se le ha afirmado que un implante redondo dará la misma forma que uno anatómico en posición submuscular dada la compresión que ejerce el músculo pectoral en su mitad superior. Efectivamente puede ser relativamente cierto en caso de que el implante redondo que se emplee sea de baja cohesividad por cohesivo que sea su gel… Me explico a continuación.
Así como los implantes anatómicos requieren de un gel de máxima cohesividad, algunos denominados de forma estable, los redondos en cambio suelen ser de dos tipos de cohesividades, efectivamente una menor que la otra. Así en caso de que empleemos un implante de gel de baja cohesividad conseguiremos un resultado similar pero acompañado de diverso efectos perjudiciales que debes conocer.
Tal y como vemos en la foto el implante redondo se pliega y da su mayor volumen en la zona inferior pero además de esto genera gran número de pliegues en su superficie y por su peso da lugar al efecto bottoming-out, es decir, da lugar al relleno de los polos inferiores de la mama por efecto de la gravedad y no de su consistencia generando con el paso del tiempo una sobreexpansión y sobredistensión de los cuadrantes inferiores de la mama, es decir, una “mama caída”.
Efectivamente estoy de acuerdo en que este tipo de implantes dan un tacto muy blando, una movilidad muy grande de la mama, aspecto que algunas mujeres desean, pero mi recomendación es no utilizar estos implantes con volúmenes superiores a 245 cc por los perjuicios que conllevan con el paso del tiempo. En caso de que desees un volumen superior con una forma natural la mejor opción será optar por un implante anatómico de última generación, es decir, de forma estable aprobado por la FDA americana como tal.