Aunque para muchos cocinar es un placer, para otros significa pasar tediosas horas encerrados entre fogones. Los más mayores crecieron aprendiendo a hacer guisos sin prisa, con el puchero al fuego con calma para sacar todo el aroma de los alimentos y mezclar bien los sabores en la cazuela. Un tiempo que se multiplica si lo sumamos al necesario para ir al mercado, esperar el turno, y la limpieza exhaustiva de toda la cocina, además del esfuerzo de cargar pesadas bolsas o subir y bajar las escaleras de casa. Este proceso tan tedioso y exigente físicamente a veces no se puede mantener al llegar a la tercera edad debido a problemas de salud o de movilidad. Para quien lo necesite, o simplemente lo desee, ahora existe la opción de recibir un menú semanal en el hogar con el mínimo esfuerzo.
El servicio de comidas a domicilio para personas mayores consiste en llevar a la casa de cada cliente un menú sano, variado y equilibrado. Generalmente se reparte todas las semanas, aunque depende de la empresa contratada, y las bandejas o recipientes de comida se guardan en el frigorífico para mantener sus propiedades hasta el momento de la ingesta. Cuando llega la hora de comer, sólo hace falta calentar los platos unos cinco minutos en el microondas o en el horno (hay que asegurarse de que el recipiente es apto y, si no, habrá que verter su contenido en una fuente adecuada).
Respecto a la limpieza, varía según la empresa; algunas ofrecen material de un único uso para que no haya que preocuparse por él una vez utilizado, mientras que otras proporcionan recipientes (de cristal, de loza, de barro…) que se han de devolver limpios, o se recogen sin más.
Aunque casi todos conocemos la importancia de llevar una dieta equilibrada en la edad doradapara conservar la salud y tener una buena calidad de vida, José Ramón, de Etxejan, servicio a domicilio de comida para personas mayores y dependientes de Vizcaya (País Vasco), perteneciente a Grupo Iruña explica que “las personas de edad avanzada tienen necesidades específicas, tanto médicas como nutricionales; necesidades que deben estar garantizadas en todo momento. Sin embargo, por norma general, los adultos mayores tienden con el tiempo a descuidar su alimentación y, en muchas ocasiones, no son conscientes de los cambios que experimenta su estado de salud, ni de sus nuevas necesidades de alimentación”.
A pesar de ello, a veces cuesta confiar en otras personas que hacen la comida lejos de casa, y dudamos de la higiene, de cómo elaboran los platos, o del control de los alimentos. Sin embargo, son miedos infundados, ya que estas empresas especializadas tienen que acatar la legislación vigente, y aunque varía según la Comunidad Autónoma, siempre se incluyen inspecciones periódicas para cerciorarse de que todo se cuida al máximo.
Además, los procesos de cocinado, conservación y transporte de la comida se llevan a cabo siguiendo escrupulosamente un proceso de seguridad alimentaria para que en ningún momento los alimentos puedan estropearse debido a, por ejemplo, una rotura de la cadena de frío.