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El cuidado de la piel del recién nacido es fundamental, ya que su fragilidad determina una mayor propensión a ser agredida por agentes infecciosos o agentes de tipo irritativo. Pero es normal que ante el nacimiento de un bebé, especialmente cuando es el primero, a los padres les asalten ciertas dudas acerca del cuidado de su piel. Existe mucha información, y además, muchas personas de alrededor (desde familiares a amigos), darán muchos consejos que en ocasiones son contradictorios y pueden generar más dudas todavía. Por ello, a continuación, resumiremos 10 consejos básicos para el cuidado de la piel del recién nacido:
1) El baño debe ser diario, breve, y con agua no excesivamente caliente. Es recomendable la utilización de una pequeña cantidad de jabón neutro. Son especialmente útiles los denominados «syndet» (syntheticdetergent), que ejercen una perfecta función de limpieza pero con una menor agresión del manto lipídico.
2) El secado de la piel tras el baño ha de ser «a toquecitos», sin frotar o friccionar.
3) Especialmente importante es el secado en los pliegues inguinales, axilares y en el cuello, con el fin de evitar la maceración y la sobreinfección secundaria.
4) La aplicación de emolientes o hidratantes es muy útil, especialmente tras el baño, tanto en niños con piel sana como en los que tienen alguna patología (por ejemplo, dermatitis atópica).
5) El cordón umbilical se desprende en 7-10 días aproximadamente. Dos o tres veces al día debe ser lavada la zona con agua y jabón exclusivamente, evitando antisépticos muy frecuentemente utilizados en los adultos como la povidona yodada, que en bebés puede provocar alteraciones tiroideas. Posteriormente debe secarse bien la zona. Si se observa salida de material purulento y mal olor asociado, hay que acudir al pediatra, pues podemos estar ante una onfalitis (sobreinfección del ombligo) que requiere el tratamiento con antibióticos tópicos y/o orales.
6) Una zona especialmente importante a cuidar en el bebé es la zona del pañal, ya que el contacto continuado con las heces y la orina, bajo la oclusión que ejerce el pañal, la hacen muy vulnerable a la irritación y la aparición de dermatitis. Es importante el cambio de pañal con cada toma y la aplicación, tras limpiar la zona, de cremas protectoras que ejercen una función barrera y mantienen la zona aislada de la humedad. Asimismo, es preferible evitar el uso continuado de toallitas u otros productos que pueden contener sustancias sensibilizantes o potencialmente irritables.
7) Unos días después del nacimiento se pueden cortar las uñas, con cuidado y usando tijeras con punta redondeada, para evitar accidentes.
8) No debe exponerse directamente al sol la piel del neonato. Es de gran ayuda el uso de sombreros, gorros o sombrillas; sin embargo, el uso de cremas fotoprotectoras debe retrasarse hasta pasados unos cuantos meses de vida.
9) Es frecuente la aparición de pequeñas costras amarillentas en el cuero cabelludo que corresponden a la llamada costra láctea. Existen en el mercado diversos preparados en champú o en gel que facilitan el desprendimiento de las mismas.
10) Finalmente, algunos neonatos presentan una «falsa uña encarnada» en el primer dedo del pie, que tiende a la resolución espontánea. Si aparecen signos de sobreinfección (hinchazón, coloración rojiza, y dolor a la palpación), debe aplicarse un antibiótico tópico para resolverla.