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Aunque lo más recomendable siempre es optar por una vida sana, y una alimentación saludable rica en frutas y verduras, y basada principalmente en lo que habitualmente se conoce como dieta mediterránea, eso no quita para que –de vez en cuando- podamos optar por un buen dulce casero.

En lo que se refiere a la propia repostería internacional, cada país tiene sus propios pasteles y dulces, lo cual puede convertirse en un auténtico placer para las personas más golosas.

Es lo que ocurre, por ejemplo, con la deliciosa y rica repostería árabe. Son unos postres clásicos, que de hecho cada vez se consumen más en nuestro país, y que se caracterizan porque, a pesar de su contenido en azúcar, tienden a ser sanos por ser ricos en frutos secos.

Las delicias de la repostería árabe

La repostería árabe se caracteriza porque, entre los ingredientes más habituales y destacados, nos encontramos con la canela y con los frutos secos.
A la hora de elaborarlos, se debe disponer de un jarabe de azúcar y limón, mantequilla, masa de hojaldre, azúcar, canela y nueces, aunque también es común que se utilicen pistachos y piñones.

Para las personas que disfruten con el sabor más exótico y delicado, no hay duda que los postres árabes pueden convertirse en una buena y sabia elección, ya que combinan lo más exquisito de la comida árabe con las delicias de los postres más dulces.

Y, además, contienen nutrientes esenciales para el organismo, al haber sido elaborados con frutos secos.

Eso sí, debemos vigilar que su consumo no sea excesivo, ya que los frutos secos contienen muchas calorías que, aunque saludables, consumidas en exceso y junto al azúcar pueden convertirse en una auténtica bomba para subir unos pocos kilos.